Diferencias entre escuchar y oír

Diferencias entre escuchar y oír

Se trata de palabras que tienen en común el mismo sentido, el oído. Pero les separa diferencias puntuales. ¿Alguna vez te detuviste a pensar que oír y escuchar no es lo mismo? Pues es así. Para establecer las diferencias primero veremos la definición de cada concepto. De inmediato notaremos la distinción entre ambos.

Escuchar

Entendemos por escuchar la acción y el efecto de entender. Ponemos más atención a los sonidos percibidos por el oído. Cuando escuchamos estamos en la capacidad de comprender y entender mensajes. Se trata de un acto conciente y voluntario. Cuando escuchamos el resto de los sentidos se activa para captar la idea que nos quieren transmitir. Exige de nuestra concentración.

Para seguir instrucciones o lineamientos debemos poner en práctica el arte de escuchar. Muchas veces pensamos que escuchamos, pero en realidad estamos oyendo.

Diferencias entre escuchar y oír

Oír

El acto de escuchar nos exige atención. El de oír no demanda nada.  Oír es cumplir con la función para la cual están dotados nuestros oídos. Podemos oír lo que sea mientras  se encuentre dentro de nuestro rango de audición. El sonido de un avión, un silbido, el alerta del celular. Son sonidos con un significado simple que no ameritan de análisis para su comprensión.

El acto de oír es involuntario. Oímos todos los sonidos que nos rodean aunque intentemos no hacerlo. Cuando una persona le habla a otra y ésta no le presta atención, se dice que oyó pero no escuchó. Para oír basta con que el sentido de la audición esté sano.

Diferencias entre escuchar y oír

Para escuchar una conversación de otros que apenas oímos hay que hacer un esfuerzo enorme. Sin embargo podemos oír un ruido fuerte y repentino que no nos da tiempo de escuchar o analizar.

Cuando estamos escuchando y comprendiendo olvidamos lo que está a nuestro alrededor. El cerebro dirige una parte de la memoria para almacenar información. De allí que luego, pasado algún tiempo,  podemos recordar conversaciones completas, frases o canciones.

Al oír, los recuerdos suelen ser difusos y vagos. No tienen importancia ni significado. No mostramos interés o atención, por lo tanto la información no queda registrada en nuestra memoria de corto plazo. También se ha evidenciado que al escuchar, el cerebro tiene más actividad. Esto permite procesar mucho más fácil la información y comprenderla, memorizarla y ponerla en práctica.

 

 

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