Diferencias entre pederastia y pedofilia

Ambas palabra tienen afinidad por estar relacioandas con niños. Sin embargo, la acción ejecutada entre la pederastia y la pedofilia hace la diferencia. Las personas con cualquiera de estas patologías son de cuidado. Muchos de ellos rechazados por la sociedad justamente porque los pequeños son el centro de sus acciones. El delito enmarca a estos individuos de conducta irregular.

Pedofilia

La pedofilia es un patrón de atracción sexual anormal dentro de la sociedad. Se refiere a la atracción sexual hacia niños menores de 12 años de edad. No existe contacto físico, simple atracción o deseo sexual del adulto hacia los niños.  Lo pueden presentar adolescentes y adultos.

Tiene distintas raíces de manifestación, alguna de las más resaltantes son desórdenes psiquiátricos. Puede presentarse como valor por crecer en comunidades donde esta práctica es normal. También por una incorrecta educación sexual o por traumas de la infancia. Se debe tanto a factores propios del individuo  como factores externos.

La acción radica en fantasías sexuales que conllevan a la masturbación del individuo. No necesariamente debe existir la presencia del menor. Aunque se han descrito casos y definiciones de pedofilia cuando el contacto físico implica quitarles la ropa y observarlo. Puede ser también llevar a cabo la masturbación frente el menor. Este tipo de parafilia se descubre en el desarrollo de la pubertad. Etapa donde los individuos definen su atracción sexual hacia géneros de especie.

Los pedófilos son personas solitarias, alejadas de la sociedad, con algún tipo de trastorno psiquiátrico. No sienten ningún tipo de remordimiento ya que tienden a aceptar como normal y sano este tipo de atracción.

Pederastia

La pederastia es el abuso sexual propiamente dicho contra un menor de edad. Existe contacto físico y sexual, involucrando físicamente a ambas partes. Va desde tocar partes íntimas, sexo oral hasta la penetración o llevar a cabo el coito.

La pederastia es más compleja porque ya implica un daño físico, emocional y mental al menor. Se considera esta práctica como maltrato infantil, contemplándose en las leyes como un delito grave.

En la mayoría de los casos son hombres quienes llevan a cabo este delito, en menor porcentaje las mujeres. Tienen trastornos psiquiátricos graves ya que actúan con impulsos de psicopatía. Sin embargo no se aíslan los casos en donde los agresores son de tipo introvertidos y aparentemente modelos de personas. Más que todo se cometen en edades avanzadas de la vida. Por lo general son allegados a las víctimas. Requieren contar con la confianza del pequeño para lograr perpetrar tal acción sexual.