Diferencias entre sentimientos y emociones
El ser humano vive en un constante vaivén entre sentimientos y emociones. Son dos cosas que están diariamente en la vida, a las que no suele prestárseles mucha atención en cuanto a su clasificación. Cada día es posible tener emociones y sentimientos y pensar que se trata de lo mismo, que son sinónimo de estados de ánimo que constantemente están en la vida.
Sin embargo, hay notables diferencias que evidencian que cada concepto tiene su propio significado. Además uno complementa al otro.
Los sentimientos
Es un estado anímico derivado de las relaciones, vivencias y experiencias de la forma de actuar de una persona en función a sus relaciones con los demás. Se origina en el cerebro racional, ubicado en el lóbulo frontal.
Ahora bien, los sentimientos le dan significado a las cosas que ocurren durante la vida. Pueden cambiar en cualquier momento aunque dura por un tiempo prolongado. Se clasifican como positivos o negativos. Permite determinar cuando algo resulta agradable o por el contario, es motivo de molestia.
En este sentido, los sentimientos se producen luego de una situación progresiva que tiene un gran impacto en el ser. Son el resultado de una emoción. Estos se mantienen por la información que le suministran las emociones y lo que perciben del entorno.
Es preciso agregar, entre los sentimientos están el pánico, la depresión, el odio, la inseguridad. También el respeto, el optimismo, la humildad, la empatía, entre otros.
Las emociones
Es un estado complejo que sucede en el organismo para producir un cambio a nivel físico y mental a partir de un estímulo. Su formación se da en el sistema límbico del cerebro, específicamente en la Amígdala Cerebral centro de las emociones.
Por otro lado, al sentir una emoción ocurren ciertos cambios en los procesos fisiológicos y endocrinos a nivel personal como respuesta a una situación determinada de gran valor. Suele venir de manera súbita y su duración puede ser pasajera, de acuerdo a la percepción personal que se tiene sobre el mundo; originándose luego de evaluar una situación que determina la acción.
Asimismo, las emociones pueden controlarse algunas veces según el aprendizaje familiar y el entorno cultural de la persona, en cuanto a las expresiones, gestos, señas y demás elementos no verbales.
Cabe destacar, entre las emociones están la alegría, sorpresa, admiración, enfado, repudio, miedo. Sabiendo esto, puedes, a partir de este momento, evitar confundir los sentimientos con la emociones y, quizá, controlarlas un poco mejor.
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